Las tarjetas de crédito aseguradas funcionan de la siguiente manera:

  1. Depósito de seguridad: Para obtener una tarjeta de crédito asegurada, es necesario hacer un depósito en una cuenta asegurada con la institución financiera que emite la tarjeta. El monto del depósito suele ser igual al límite de crédito de la tarjeta.
  2. Uso de la tarjeta: Una vez que se tiene la tarjeta de crédito asegurada, se puede a utilizar de la misma manera que cualquier otra tarjeta de crédito. Se pueden realizar compras y hacer pagos con la tarjeta, siempre y cuando no se exceda el límite de crédito establecido.
  3. Pagos: Al igual que con cualquier otra tarjeta de crédito, es necesario hacer pagos mensuales a la institución financiera que emitió la tarjeta. Estos pagos deben ser realizados a tiempo para evitar incurrir en intereses y cargos por mora.
  4. Mejora del historial crediticio: Si se utiliza la tarjeta de crédito asegurada de manera responsable y se hacen los pagos a tiempo, esto puede ayudar a mejorar el historial crediticio de la persona.
  5. Devolución del depósito de seguridad: Si se decide cancelar la tarjeta de crédito asegurada, la institución financiera devolverá el depósito de seguridad a la persona, siempre y cuando no haya deudas pendientes.

 

Las tarjetas de crédito aseguradas son una buena opción para aquellas personas que tienen un historial crediticio débil o limitado y necesitan establecer o mejorar su crédito.

 

Sin embargo, es importante recordar que las tarjetas de crédito aseguradas suelen tener tasas de interés más altas que las tarjetas de crédito tradicionales, por lo que es importante utilizarlas de manera responsable y hacer los pagos a tiempo.

 

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